Aunque es muy importante saber por qué nuestros clientes nos compran, entender sus necesidades y gustos, se podría decir que es igual de importante - o más aún - saber por qué no lo hacen.

Todos hemos pasado por ese dolor de cabeza, uno constante. Son las cosas que tenemos que mejorar sí o sí de nosotros mismos pero ¿por dónde empezar? Seguro podemos ayudarte a identificar algunas características con este artículo, así que esperamos que, como siempre, te sea de utilidad.

El mundo sufrió una digitalización forzosa este año, pero igualmente esto no se trata de una novedad. En realidad todos ya sabíamos de antemano que el mundo había virado hacia lo digital y que era cuestión de tiempo hasta que llegara el día en que viviríamos haciendo teletrabajo, vendiendo todo a través de internet, gestionando nuestra página Web y demás...pero jamás pensamos que sería con semejante golpe cómo pasó en este 2020.

Afortunadamente muchos ya veníamos apoyándonos en herramientas de medición de datos, como Google Analytics (si la Web de tu comercio o negocio todavía no lo usa, te cuento que estás atrasado VARIOS AÑOS LUZ) que nos ayuda a identificar la fuente de cada dato, información muy valiosa para todos.

Para no entrar en términos muy complejos, podemos ver que hay mucha gente que visita nuestra Web o que consulta nuestros servicios pero que al final acaba no comprando, y eso se convierte en un dolor de cabeza, pero ¿por qué sucede?
Una razón muy obvia - tan obvia que no llegamos a prestarle la atención que se merece - y que es de vital importancia: No les interesa lo que ofrecemos. Esto es tan obvio que muchas veces lo dejamos a un lado. Pero el punto acá es entender por qué no, recorrer todo el proceso y ver dónde está fallando.

Si alguien, sea quien sea, llegó a tu Web, es porque tiene algún interés en el tipo de productos o servicios que ofrecés, pero esto no necesariamente quiere decir que los vaya a comprar. Por ejemplo, si tu negocio es gastronómico y te especializas en mariscos, seguramente el usuario esté interesado en este nicho, pero puede que no le convenzan tus platos. Si tenés una agencia de viajes, es muy probable que el que llegó a tu sitio esté buscando alojamiento, transporte, excursiones, pero puede que no quiera nada de lo que vos ofrecés. Entonces, ¿qué hacer en estos casos?

Bueno, hay que hacer una revisión paso a paso: ¿será la publicidad?, ¿es atrayente?, ¿interesante?, ¿invita a alguna acción?, ¿qué ofrezco, que otros no? Pensá la respuesta a esas preguntas, y sumale esta otra: Si vieras tu publicidad, ¿comprarías? Ahí está la clave.

Otro punto fundamental es el siguiente: en muchos rubros es muy importante que haya confianza. La confianza es la base de cualquier relación ya sea familiar, amorosa o comercial, que es esta última la que nos interesa en este caso. ¿Generás confianza?, ¿confiarías VOS en tus productos?, ¿en tu sistema de seguimiento y entrega? Además, ¿qué dicen las opiniones de tu comentcio en tus redes sociales, en Google, etc.? No te olvides de revisarlas, especialmente las opiniones negativas, que al fin y al cabo no son tan malas tal como lo mencionamos en nuestro otro artículo -.

Entonces, a la hora de tomar como referencia modelos exitosos, el mundo de las franquicias siempre nos aporta cosas interesantes. Tomá un modelo a seguir y evaluá qué es lo que te gusta de lo que ellas hacen, distinguiendo aquello que pueda serte útil en su forma de comunicar, y analizá si vos lo hacés con tu negocio.


Y como siempre, ya sabés, si te gustó compartilo. ¡Nos vemos en otra entrega!